La localidad alicantina de Villena consolida Enotur, un evento enoturístico donde se realizan numerosas actividades que acercan la cultura del vino a todos los públicos. Bodegas, restaurantes, enotecas y museos de la ciudad presentan cada año nuevas experiencias para todos los sentidos. «Vino, gastronomía, cultura, ocio y música unidos en un solo evento que se celebra en el mejor municipio enoturístico de España, como así certifica ACEVIN (Asociación Española de Ciudades del Vino), que otorgó a Villena la mención especial como mejor municipio enoturístico de España 2016″, afirman con orgullo desde Turismo Villena. La tradición vitivinícola tiene un gran arraigo en estas tierras, ya los íberos comenzaron de forma prematura a cultivar la vid.
Además, esta ciudad alicantina posee un rico patrimonio cultural, natural y gastronómico, que ya de por sí merecen una escapada obligada en cualquier época del año. Sumergirse en su historia por el centro histórico desde el imponente Castillo de la Atalaya, admirar el Tesoro de Villena en el Museo Arqueológico José María Soler o descubrir a sus paisanos más ilustres, como el irrepetible compositor de zarzuelas Ruperto Chapí o el escultor Antonio Navarro Santafé, autor de «El oso y el Madroño» de Madrid, son solo algunos de los planes que no puedes perderte. Asimismo, no hay que olvidar los platos típicos de la zona como la gachamiga, el gazpacho villenero, las pelotas de relleno, el triguico o el arroz y pata. Y deja sitio para el postre: almendrados, rollicos de vinos o toñas. Pero vayamos al grano que su cocina me pierde.
En la edición de Enotur Villena 2017, celebrada del 3 al 12 de febrero, Turismo Villena impulsó el II Concurso Instagram como una forma activa de difusión. Cualquier participante podía compartir sus mejores imágenes con el hastag #enoturvillena17 y ganar una escapada enoturística valorada en 200 € por la Ruta del Vino de Alicante. En Enotur 2016 realicé numerosas fotografías por toda Villena. Creo que no me dejé ningún rincón por retratar. A pesar de que no hubo suerte aquel año, fueron unos días magníficos porque descubrí extraordinarios restaurantes y vinos de la DOP Alicante. En la cita de 2017 decidí no estresarme y tan solo realicé una fotografía en el Teatro Chapí con una fantástica compañía. Y… ¡sorpresa! La fotografía que publiqué tuvo la fortuna de ser la premiada. Sin duda, una alegría en forma de viaje entre viñedos muy bien recibida.
Soyvinero
EL PREMIO
La Ruta del Vino de Alicante (RVA) es una entidad sin ánimo de lucro cuyo objetivo es impulsar turísticamente las comarcas del interior de la provincia de Alicante con solera vitivinícola. «El vino representa en nuestra cultura y en nuestra tradición. Es un gran sello de identidad y un elemento económico de singular importancia, diferenciador de otras comunidades», relatan desde la RVA. Mediante el diseño de tu propio itinerario conoces un auténtico paraíso para los amantes del vino, que en el último lustro ha tenido un crecimiento exponencial de enoturistas. Las rutas se completan al visitar monumentos, degustar los productos autóctonos, admirar su artesanía y conocer la hospitalidad sus gentes. Xaló, Pinoso, Villena, Teulada y la imprescindible Vall de Pop son algunas de las localidades que la conforman.
Lo bueno del premio ha sido poder organizar la escapada a mi aire, y para dos personas. Decidí, a pesar de la distancia, visitar la bodega Finca Collado (Salinas) y pernoctar en Castell de la Solana (Alcalalí). De Finca Collado tenía ganas de conocer una bodega joven con unos excelentes vinos cuidados por seductores diseños. Y, sin duda, Alcalalí me ofrecía todos los ingredientes para desconectar de la caótica ciudad en un entorno sencillamente idílico.
FINCA COLLADO
Finca Collado es una bodega artesanal que está situada en un valle cerrado en el mismo corazón de la monastrell. Joan Guia Conca es el enólogo encargado de mimar y dar personalidad a unos vinos de producciones limitadas. Si una añada no consigue la calidad deseada no llegará a distribuirse.
Mª Carmen Vega, bodeguera y sumiller, me recibe con una amplia sonrisa. Buena señal porque llego bastante tarde. Aún así, me perdona y me adentra en la filosofía de esta bodega familiar contándome todo el proceso de elaboración.
El primer recorrido lo realizamos por el exterior, alrededor de las 11 hectáreas de viñedos que rodean la masía restaurada del siglo XIX. Me explica la importancia del terruño en las diferentes variedades de uva. A cada tipo de tierra le va mejor una de sus variedades: monastrell, chardonnay, merlot y cabernet sauvignon. También destaca la influencia del clima mediterráneo que, por supuesto, marca la calidad del vino. La curiosidad histórica de la zona es que en épocas pasadas «se puso de moda arrancar la monastrell» para plantar variedades foráneas, creyendo en su mejores posibilidades de venta. Menudo error, comento, cuando hoy la excepcionalidad de cada región se encuentra en lo local, en su propia idiosincrasia. De todo se aprende.
La visita continúa por el interior de la pequeña casa-bodega que maximiza cada rincón para guardar los utensilios y la maquinaria estratégicamente según la época del año. Vendimia, zona de etiquetado, almacenamiento, la zona de barricas… se respira pasión por el vino. Entender todo el curso de producción de un vino es valorar el consistente esfuerzo que conlleva cada botella y, por lo tanto, apreciar su precio. Que no me venga nadie con que el vino es caro con todo el trabajo, personal y económico, que implica.
‘Delit’, ‘Hecho a mano’, ‘Flor Merlot’,…
Finca Collado tiene siete vinos: cinco tintos, uno blanco y uno rosado. El estudio creativo Pep Gramage ha desarrollado el concepto visual de toda la gama hasta la fecha. Las etiquetas en fondo blanco centran la atención en las ilustraciones y el juego de colores. Las historias de la cultura del vino están representadas mediante metáforas: el trabajo manual, los riesgos del enólogo, la diversión en la viña o la potente unión entre maquinaria y naturaleza. Excelentes vinos que arriesgan con novedosas propuestas creativas.
ALCALALÍ
Alcalalí es un rincón del interior de la Costa Blanca que sorprende por la gran variedad de actividades que puedes hacer. La fusión culinaria, las vías verdes, las fiestas populares y las rutas ciclistas convencen a miles de turistas extranjeros cada año. Algunos incluso sueñan con jubilarse en este entorno. Pura vida. En febrero destaca ‘Alcalalí en Flor’ un acontecimiento donde la magia de la floración del almendro es uno de los iconos del pueblo. Por último, señalar de esta lista el impulso que está viviendo la práctica de la escalada para la que se han habilitado circuitos con 30 vías, equipadas con anclajes fijos y de distintos grados de dificultad.
El hotel rural Castell de la Solana fue el punto de desconexión del viaje que incluía el desayuno y la cena. La tranquilidad que ofrece en un ambiente casero no tiene precio. Todo está cuidado al mínimo detalle desde la habitación hasta las zonas comunes: piscina, billar, juegos de mesa, cine y biblioteca. Su restaurante ofrece la mejor oferta culinaria que mezcla la esencia mediterránea y los productos del mercado. La sobremesa se puede realizar en el «bar honestidad», donde cada uno apunta lo que bebe para después pagarlo, y es un punto de encuentro entre viajeros. Las impresionantes vistas hacen que la idea de volver ya ronde por mi cabeza.
Quiero dar las gracias a Turismo Villena por otorgarme el premio fotográfico del II Concurso Instagram Enotur Villena. También agradecer a la RVA por darme todas las facilidades para disfrutar de esta ruta de vinos llena de grandes sabores. Por todo ello, os animo a participar en la próxima edición de #enoturvillena18 porque tú puedes ser el siguiente.
Enhorabuena por el artículo, bueno y con enjundia, como diría un antiguo profesor mío; y por supuesto, enhorabuena por la fotografía, no podías haber elegido mejor mujer para la portada.
Gracias Anatolino. Premios de esta forma se disfrutan el doble y ¡qué inmejorable compañía! Un saludo y a disfrutar estas vacaciones.