- Estrada Design abre sus puertas en 1989 y se vuelca en el Diseño Gráfico: identidad corporativa, tipografías, carteles, packaging y diseño editorial.
- Olé Imports, Alianza Editorial, Fundación Repsol, Carmencita, Casa de Alba o Metrovacesa son algunas de sus creaciones de identidad visual.
- Fundador de Diseño Madrid, DIMAD, cuyo objetivo es convertir a Madrid en un referente del diseño actual.
- Su trabajo ha recibido numerosos premios: Laus, AEPD, Diploma del Art Directors Club of Europe y ‘Good Design Award 2014′ en Chicago.
- ‘Donde nacen las ideas’ es una exposición protagonizada por el proceso creativo, contado a través de sus libretas. Nueva York, Chicago, Berlín, Helsinki o Lisboa son algunas de las ciudades donde se ha podido ver.
Viernes 19h. Calle Diego de León, nº 51. Madrid. Estudio Estrada Design.
La capital de España, al igual que otras muchas ciudades, comienza a tener ese ambiente que embriaga el inicio del fin de semana. Tras una jornada agotadora de reuniones y cerrando interesantes proyectos, Manuel Estrada todavía encuentra fuerzas e ilusión para recibir al blog Soy vinero. Me da la bienvenida con una amplia sonrisa, buena señal. Así que manos a la obra, adentrémonos en un encuentro de diseño, gastronomía, exposiciones, creatividad y mucho vino.
Manuel Estrada es uno de los grandes profesionales y expertos del diseño gráfico, un auténtico artesano del oficio. Aún así, y alejado de toda celebridad, es de esas personas a las que acabas de conocer, y tras un breve intercambio de frases, te da la sensación de que lo conoces de toda la vida. Cercano, natural y sin edulcorantes: “Los diseñadores son artistas sin pedestal, es una frase del artista y diseñador italiano Bruno Munari que siempre tengo muy presente. Un artista no tiene que dar cuentas a nadie, ni a la sociedad, va por libre. En el diseño, las empresas arriesgan su dinero porque quieren mejorar su producto, servicio o marca. Los diseñadores tienen que trabajar resolviendo problemas que nos ponen otros, y ese es el reto más excitante”, explica Manuel Estrada orgulloso de su profesión.
Estrada Design
CREANDO
Manuel Estrada formó el colectivo gráfico Sidecar a principios de los años ochenta. Una agrupación libre donde trabajaban para agencias de publicidad, medios de comunicación y empresas. Con el paso del tiempo descubrió el diseño como una actividad específica: logos, packaging, portadas de libros, carteles, maquetar revistas y tipografías serían los ingredientes que le iban apasionando. Y así, poco a poco el diseño le fue interesando más que la propia publicidad. Había encontrado su cometido y quería apostar por ello. Dejó a sus compañeros del colectivo y montó su propio estudio. Nace Estrada Design, especializado en identidad corporativa y diseño editorial.
La profesión de diseñador gráfico está más cerca de correr un maratón que de una intensa carrera de velocidad. El fondo y la experiencia son un grado y no deben servir los atajos, ya que sería engañarse a uno mismo: “Nuestro trabajo no debe servir de maquillaje, blanqueando realidades mal construidas. Debemos trabajar desde dentro hacia fuera, sobre todo en aquellos proyectos que tocan la realidad de las empresas o las instituciones. Generamos valores estéticos que son útiles para la sociedad a la que van dirigidos. No existen las recetas. A la inspiración hay que esperarla trabajando”, explica el creador de la imagen de Carmencita, Metrovacesa o de la Fundación Repsol, entre otras.
En Estrada Design se trabaja con palabras y dibujos, desarrollando y puliendo las ideas antes de trasladarlas al formato digital. En los procesos de creación buscan un equilibrio entre la reflexión y la emoción. El proyecto siempre está en constante crecimiento, ya que se debaten toda clase de detalles, se escucha a todo el equipo y se sitúan en la piel del consumidor: “Mi trabajo es provocar ideas y de esas ideas arrancan los procesos a ejecutar. La inspiración no se sabe de dónde surge, pero la solución la encuentras si eres capaz de diagnosticar el problema. Las ideas hay que aferrarlas según pasan”, asegura Manuel Estrada.
La solución la encuentras
si eres capaz de diagnosticar el problema.
Las ideas hay que aferrarlas según pasan»
Los plazos de entrega establecidos con las empresas suelen ser muy rigurosos y ajustados. Sobrevivir a estos encargos suele ser lo más excitante y exigente del oficio, ya que uno se exprime al máximo. “Diseñar es como hacer malabares. Encontrar un equilibrio entre el tiempo apretado y los encargos complejos. Diseñar logos o portadas de libros son ejercicios de equilibrios. Equilibrios que provocan que de tanto arriesgar nos acerquemos al borde como para caernos, pero la cuestión es aprender a levantarnos. Desde los bocetos a la materialización de la idea, hay que intentar que los caminos sean cortos. No alargarlos, ya que ahí es donde uno puede caer en el error”.
Hay proyectos más o menos interesantes, y tal vez recharzarlos sea un privilegio, ¿cuándo se puede decir “no” a un encargo? “Tengo muy claro que no merece la pena ni perder, ni hacer perder el tiempo a nadie en proyectos desenfocados. El diseñador no debe condicionar el proyecto. No debe llevarle contra su voluntad. Con los años construyes un camino de entendimiento y un buen cliente llevará a un buen proyecto. Todavía hay gente que piensa que el diseño no merece la pena, que no es una profesión. Y se equivocan. El diseño es algo intermedio entre lo productivo y lo artístico”.
«DONDE NACEN LAS IDEAS»
Recorrer los pasillos, salas y despachos de Estrada Design es estar en el epicentro de la creatividad. Y de esta forma surge ‘Donde nacen las ideas’, nombre de la exposición que está dando la vuelta al mundo. Una muestra de los abundantes proyectos del estudio donde se recoge el verdadero origen de las ideas: “Capturar cada breve instante de inspiración antes de que se extinga”, explica Manuel Estrada. A través de garabatos, bocetos, frases e ideas crea símbolos de experimentación y reflexión, que serán la base del trabajo final. Un recorrido a tantos años de dedicación plena a la profesión de diseñador gráfico, y al trabajo sufrido en silencio que hay detrás de la creatividad.
El punto fuerte de la exposición es contar los procesos creativos, y sobre todo recalcar a la gente que comienza en el oficio del diseño que los procesos de creación son como siempre: “Salen de los bocetos, no de dibujar, porque en realidad la habilidad del dibujo no es fundamental. Es una herramienta que tienes más, como escribir bien, tener don de gentes,… pero ninguna de esas herramientas es en sí misma indispensable. El papel en blanco es un territorio excitante, enfrentarse a una hoja de papel todavía hoy me pone positivamente nervioso”. Los bocetos no tienen que reflejar un buen dibujo, sino cómo transmitir las ideas y la cantidad de vueltas de tuerca que hay que darle a las cosas para que surja algo interesante.
El papel en blanco es un territorio excitante,
enfrentarse a una hoja de papel todavía hoy
me pone positivamente nervioso”
Las libretas son la base de la exposición itinerante que ha recorrido ciudades como Nueva York, Chicago, Berlín, Helsinki, Lisboa o Bilbao: “Me ha servido para medir nuestros propios diseños. Está yendo muy bien y me ha sorprendido sinceramente. En España siempre se dice que no somos profetas en nuestra tierra. Yo me he dado cuenta que mi trabajo fuera es muy reconocido. En Nueva York, en la ciudad mítica para mi profesión, gente de primer nivel me ha llamado maestro, no me gusta presumir mucho, pero nos viene bien que la exposición esté fuera ya que competimos con grandes empresas de diseño anglosajonas”. Estrada considera que en España existe un “pulso desigual”, ya que los grandes trabajos de diseño los ejecutan seis o siete multinacionales potentes de EE.UU. o Inglaterra, presentes en 15 países. Por lo que en numerosas ocasiones es un enfrentamiento de ‘David contra Goliath’.
La apertura de un estudio en Miami y futuros proyectos en Nueva York son la semilla que ha generado la exposición en el mercado norteamericano. En la exposición de Nueva York dedicaron un apartado al vino español en colaboración con la Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX): “Elaboramos unos collages e hicimos la presentación de los vinos en el espacio del American Institute of Graphic Arts”. Manuel Estrada descubrió que las botellas de vino son un territorio en el que se pueden contar muchas cosas, a pesar de su forma cilíndrica, y sus ensayos fueron a más: “Unas navidades cogí 300 botellas de vino y realicé unos diseños con vinilos, realizados manualmente con recortes y dibujos, para clientes y amigos casi sin realizar bocetos. Me interesa mucho ese territorio expresivo”.
Estrada Design
ZONA GOURMET
El mundo de la gastronomía, y en concreto el denominado gourmet, se ha convertido en un apasionante recurso de libertad creativa. Packaging, diseños exclusivos y ediciones limitadas son creaciones estudiadas para que el cliente se sienta especial, único. Y es que la alimentación es un sector donde la imaginación tiene mucho que aportar. Desde Estrada Design realizaron el diseño y la dirección artística de la revista gastronómica ‘Spain Gourmetour’ durante once años: «Quisimos realizar una apuesta fresca y moderna de la imagen de España mediante pintores, fotógrafos, cocineros y nuestro producto. Mostrando lo más puntero transmitimos una imagen alejada de los tópicos fáciles sobre España. Al final la gastronomía moderna que ha triunfado es la que está mostrando unos perfiles muy cuidados y trabajados: restauración, vinos y alimentación. En 2011 ‘Spain Gourmetour’ se llevó el premio a la mejor revista de gastronomía en Sidney, pero un año después la cerraron por la crisis. Contradicciones de la vida, y a pesar de ello, hoy en día se siguen utilizando, ya que son fundamentales para la promoción de la Marca España”.
En España hay un territorio inmenso de bodegas, vinos y denominaciones de origen, que al competir en mercados globales deben saber transmitir su mensaje: “No todo el mundo compartirá esta opinión, creo que hemos superado a Francia en gastronomía, hemos sido varias veces mejor restaurante del mundo. Nuestra cocina posee muchas estrellas Michelin que cada año va en aumento. En el vino, aunque no hay unos parámetros tan objetivos y fáciles, tenemos un reto. El diseño tiene que aportar su granito de arena, aunque no es lo más importante”, comenta Manuel Estrada.
Estrada Design
WINE & DESIGN
Las botellas de vino son un lienzo curvo con infinitas posibilidades. Desde Estrada Design son numerosos los trabajos que han realizado para el sector vitivinícola: ilustración mediante collages, iconos informativos, colecciones de etiquetas y ediciones únicas para sus clientes. Una variada experiencia que les hace seguir creciendo y potenciando un sector que cada vez es más consciente del cuidado de su imagen.
Olé Imports es una empresa de distribución de vinos españoles en EE.UU. Patrick Mata y Alberto Orte son los jóvenes emprendedores que crearon en 1999 esta empresa. Comenzaron con tan solo tres vinos en su cartera, y después de mucho trabajo y empeño, hoy en día cuentan con más de 100 referencias, distribuyendo a más de 25 ciudades en EE.UU. El mercado norteamericano es ya el primer consumidor de vino del mundo, por lo que Olé Imports tuvo mucho olfato empresarial en este potente mercado.
Manuel Estrada recuerda cómo fue crear la imagen de Olé Imports y descubrir la unión entre vino y diseño: “Son unos jóvenes con muchas ganas. Están trabajando para lo que les gusta, disfrutan en un mundo muy competitivo, ya que con el cambio climático está haciendo que muchísimos territorios puedan apostar también por el vino. Me enseñaron la importante relación entre la tierra, las uvas y la bodega. Yo no entiendo mucho, pero para ilustrar artículos experimentaba con collages en las botellas, jugando con las grandes posibilidades expresivas, me lo pasaba pipa. Pero claro, las etiquetas tienen unos mayores requisitos, mayor complejidad a tener en cuenta. Realizamos una sistematización, creamos una serie de iconos para describir el vino: tipo de uva, tierra, zona o variedad. El objetivo era homogeneizar y acostumbrar al público norteamericano, donde el vino arrasa en todas las ciudades importantes”.
Involucrarse con empresas españolas que por la crisis han tenido que reinventarse y exportar es una gran herramienta de experimentación y aventura para el equipo de Manuel Estrada. “La crisis nos ha empujando a dar saltos. La necesidad obliga a replanteárselo todo, a ser osados. Estas dificultades han obligado a medirse fuera porque el mercado ha estado fatal durante 5-6 años. El desempleo no ha mejorado, son cifras muy duras, y las empresas españolas se han tenido que ir fuera para exportar. Me gusta ayudar y participar en estos proyectos. Ahora se va notando que estamos un poco mejor”.
La crisis nos ha empujando a dar saltos.
La necesidad obliga a replanteárselo todo,
a ser osados»
La Universidad Aalto de Helsinki, una de las universidad de diseño de mayor prestigio del mundo, le propuso a Manuel Estrada realizar un workshop entre sus alumnos. Por lo que no dudó en llevar hasta el frío país europeo una propuesta basada en vinos: “Buscamos una empresa española en Helsinki, compramos unas cajas de vinos y dedicamos una clase a hablar de todo lo referente al sector: bodegas, uvas, diseño y packaging. El nivel de diseño allí es muy alto, y aunque no se hacen vinos por el clima, aportaron muchísimo. Debatimos, diseñamos y creamos cosas muy interesantes. Otros puntos de vista siempre enriquecen”.
No todo diseño funciona para cualquier vino, lo aconsejable es que el cliente sepa lo que quiere transmitir: bodega, público objetivo, posicionamiento o distribución son algunos de los parámetros a tener en cuenta. Manuel Estrada hace hincapié en que “hay una parte del diseño en que lo importante es entender el problema. Cuando lo tienes detectado, dejas que la creatividad fluya”. Y no podía ser de otra manera, gracias a ti «maestro”, y a todo tu equipo, por compartir sabiduría y pasión por el diseño.